El Santuario de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida, el mayor santuario en el mundo dedicado a María, Madre de Dios, que se encuentra en Vale do Paraíba, Rio - Sao Paulo - Minas Gerais, y entre las dos ciudades más importantes en el sureste, Sao Paulo y Río de Janeiro. Este valle corre un río de nombre de Paraíba, que fue el escenario de la aparición de la devoción que une a Brasil.
Hoy en día, el Santuario es un gran centro evangelizador confiado al celo apostólico de los Redentoristas, responsables de la pastoral y la administración, en el servicio a los romeros y peregrinos que vienen de todas partes del país y del extranjero, desde 1894.
Tres Papas visitaron el Santuario Nacional: Juan Pablo II, en 1980; Benedicto XVI, en mayo de 2007, cuando abrió la V Conferencia General del Episcopado de América Latina y del Caribe; y el Papa Francisco, en 24 de julio de 2013, durante la JMJ.
INICIO DEL SANTUARIO – MATRIZ BASÍLICA (BASÍLICA VIEJA)
Después del hallazgo, la Imagen de Nuestra Señora Aparecida peregrinó, entre 1717 a 1732, en las paradas del Ribeirão do Sá, Ponte Alta e Itaguassu, vigilada en las casas de los pescadores.
En 1732, Felipe Pedroso, uno de los pescadores presentes en el hallazgo de la Imagen, se la entregó a su hijo Atanasio, que construyó el primer oratorio abierto al público. En aquél oratorio sucedió el milagro de las velas, lo que provocó una mayor expansión del culto de Nuestra Señora de Aparecida.
Con el aumento de la devoción, el padre José Alves Vilela, entonces vicario de Guaratinguetá, proporcionó la aprobación de la construcción del primer templo en honor de la Madre Aparecida.
La primera iglesia fue construida en 1745 en el Morro dos Coqueiros, hoy Plaza Nuestra Señora de Aparecida, que dio la bienvenida a las multitudes durante 145 años (1745-1888). Era de tapia y de pilón.
La segunda iglesia, siendo una adición a la primera, fue inaugurada el 24 de julio de 1888. La actual Matriz Basílica, popularmente llamada Basílica Vieja, hoy da la bienvenida a las multitudes. De estilo barroco, fue declarado monumento de interés histórico, religioso y arquitectónico, en 8 de abril de 1982. En 2015 se volvió a abrir, después de la restauración completa.
CONSTRUCCIÓN DE LA BASÍLICA NUEVA
El 10 de septiembre, 1946 se puso en marcha en su piedra angular en el lugar llamado Morro das Pitas, donde hoy se encuentra el Santuario Nacional.
El servicio de terraplén se llevó a cabo el 7 de septiembre de 1952, pero el inicio real de la construcción se llevó a cabo el 11 de noviembre de 1955, con el hormigonado de las columnas del ala norte.
La primera misa en el lugar se llevó a cabo el 1º de septiembre de 1946, y el primer servicio de peregrinos el 21 de junio de 1959.
Las actividades religiosas en el Santuario, al final, fueron llevadas a cabo a partir del día 3 de octubre de 1982 cuando sucedió el traslado de la Imagen para la Basílica Nueva.
En 1980, la Basílica Nueva, el Santuario mariano más grande en el mundo, fue consagrada por el Papa Juan Pablo II, que le concedió el título de Basílica Menor. En 1983, la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) declaró oficialmente la Basílica de Aparecida como Santuario Nacional.
Foto de: Centro de Documentação e Memória do Santuário Nacional
La construcción de la torre de Brasilia, 1959
DE BASÍLICA A SANTUARIO
Desde su inicio, la construcción del santuario se mantiene exclusivamente con donaciones de los devotos de la Virgen de Aparecida. Vale la pena recordar, por una deuda de gratitud, la estructura metálica de la Torre Brasilia y la construcción de la Pasarela de la Fe (que conecta la Basílica Nueva a la Basílica Vieja) fueron patrocinadas por el Gobierno Federal, através de los presidentes Juscelino Kubitschek de Oliveira y Emilio Garrastazu Médici.
Don Carlos Carmelo de Vasconcelos Mota fue responsable del inicio de la construcción del Santuario Nacional (1952 - 1978), con la administración de los Redentoristas. Cabe destacar la participación de Obispo Auxiliar Don Antonio Ferreira de Macedo, C.Ss.R. y también el notable trabajo realizado por el Padre Noé Sotillo, C.Ss.R., entre los años 1968 y 1988.
Técnicos responsables: inicialmente el Arquitecto Benedito Calixto de Jesús Neto y, después de su muerte, el Ingeniero José Carlos de Figueiredo Ferraz.
Foto de: Thiago Leon
Artista Sacro Claudio Pastro, 2015
El acabado interior del Santuario, el suelo de granito y las obras de arte en azulejos comenzó en 2000, siendo arzobispo Don Aloisio Lorscheider, OFM, y el artista sacro Claudio Pastro, siempre bajo la coordinación de los Redentoristas.
Todos los acabados interiores se prevén que estén terminados para el año 2017, cuando se celebrará el Gran Jubileo de los 300 años del hallazgo de la Imagen de Aparecida (1717-2017).